Caminando por las calles de la inmensa oscuridad,
siento un vacío muy grande, por la estupidez humana,
algunas personas ni siquiera piensan ya, y en zombies se han
convertido.
Ya el estado los domina en su total dictadura,
intentan evadir el peligro pero ya es demasiado tarde,
gritando a los cuatro vientos, piden que alguien los ayude,
porque el poso en el que están metidos en demasiado hondo.
Nadie escucha el gemido de llanto y de dolor,
esclavos de su propia estupidez, empiezan a desesperarse
sordos, mudos, sin cerebro, ignorantes, sin oídos,
irracionales sin cerebro eso es la dictadura estatal.
Sin fuerzas para luchar contra hostiles individuos,
leyes que nunca se cumplen, solo falacias plasmadas,
escritas por dictadores dicen que ellos las cumplen,
Pero déjenme decirles, ni justicia, ni paz, ni derecho a la
salud,
nada de eso se cumple.
Los llamo lobos rapaces, soberanos de la tierra,
que oprimiendo a la nación,
poder es lo único que quiere,
tanto político, territorial y económico.
Atentos a las trompetas
que resuenan en los campos,
lloran sangre de tristeza, por la corrupción del mundo,
deambulando en las
calles, me resopla un viento frío,
haciéndome saber de
algo, que con injusticia ejecutaron.
Servidumbre y hambruna, diariamente es lo que vemos,
gente sin agua se muere, por culpa de excusas torpes,
integrantes del estado dicen, que no hay dinero,
viven diciendo falacias, de lo estúpido y lo absurdo.

AUTOR DE LA FRASE : Mark Twain
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