Atenta con el paciente,
se apresura a socorrerlo,
de pronto se le avecina,
un mayor inconveniente,
entonces ella corriendo, con él para el consultorio,
lo acuesta en la camilla, y empieza la curación.
Con su amor y su ternura le aplica la medicina,
para poder aliviarlo, de la enfermedad que tiene,
luego aplica la anestesia para poderlo dormir,
para cuando ya el despierte, se encuentre en buen estado.
Y cuando ya habrá los
ojos, te diré estas palabras,
a ti enfermera tan dulce, a ti con gusto te sirvo,
porque tú fuiste la única que corriste a ayudarme.
Por ti volví a la vida, pero la vida que era mía,
ya no me pertenece más, he decidido una cosa,
entregarte a ti mi vida, mi ser y mi corazón,
ahora soy todo tuyo, y por siempre lo seré,
hasta que se llegue mi muerte, seré solamente tuyo.
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